La Cripta Jesuítica es considerada un Museo de sitio es decir, un espacio donde la arquitectura y su historia son los protagonistas esenciales, ya se trate de ruinas arqueológicas o lugares con relevancia histórica y cultural. En el caso de la Cripta Jesuítica, su particular ubicación y las diferentes apariciones en la vida de los cordobeses, la hacen un espacio ameno e interesante para visitar. En textos sencillos se cuenta los distintos momentos de su historia, desde la construcción en 1713, su enterramiento en 1928 y posterior descubrimiento en 1989. Una tarea de rescate y puesta en valor que merece ser disfrutada. La Cripta fue re descubierta en 1989 por obreros que realizaban el zanjeo para el tendido subterráneo de cables telefónicos y en este año 2020 celebramos 30 años de su reapertura.