Yacimiento Arqueológico Cerro Colorado

Alo largo de miles de años, la acción de los agentes erosivos ha producido allí gran cantidad de oquedades (aleros, grutas) en cuyas paredes los indígenas pintaron, en blanco, rojo, negro y gris, figuras humanas y de animales (el mayor número de representaciones) y motivos geométricos. Aparecen guerreros con tocados, armados de arco y flechas; hechiceros con largos vestidos y aparentemente enmascarados, y también conquistadores españoles, trazados con gran realismo, con armas y cabalgaduras. Los animales son los que habitaban la zona, algunos ya extinguidos: reptiles, insectos, guanacos, pumas, ciervos, zorros, cóndores, búhos, ñandúes y llamas. Estas últimas aparecen a veces colocadas en fila y atadas al cuello, lo que indica su domesticación. Los motivos geométricos circulares han sido interpretados como representaciones del sol. Alberto Rex González ubica el comienzo de esta tradición de arte rupestre entre los siglos V a X, más probablemente a fines de este lapso. Obviamente, las figuras de los conquistadores datan del siglo XVI. En cuanto a sus autores, José A. Pérez atribuye a los sanavirones la introducción de las pinturas rupestres en las sierras de Córdoba, y considera que, a la llegada de los españoles, la cultura de los aborígenes de la región sintetizaba la de dos pueblos: comechingones y sanavirones.